Trucos para mantener el gresite como nuevo

Quizás te hayas decidido por cambiar la bañera por plato de ducha, y hayas tomado como opción rematar el espacio que deja el hueco de la bañera por gresite en vez de azulejo convencional. O al hacer la reforma de baño, hayas optado por utilizar este material.

El gresite es un material muy similar al azulejo aunque mucho más pequeño (sus lados van entre los 2,5 a los 5 cms aproximadamente). Es el material por excelencia con el cual se reviste  las piletas de natación.

El gresite convencional posee una capa vítrea que lo impermeabiliza y los pequeños azulejos van unidos por teselas mallas o papel. Su aplicación es mediante lechada. Normalmente con el paso del tiempo las juntas suelen oscurecer, aunque hay productos que las vuelven a acercar al color natural.

Existen también unos azulejos de cerámica que imitan al gresite. Se suelen adquirir en planchas, por ello su instalación es mucho más sencilla al permitir colocar varias piezas al mismo tiempo. En las tiendas especializadas se comercializan baldosas, por lo general de 30 centímetros de lado, que imitan la terminación de los azulejos pequeños de gresite y cuyos precios son bastante más reducidos.

El gresite es una excelente opción como cerámica decorativa. Generalmente tiene forma cuadrada, pero también lo podemos encontrar en forma rectangular, lo que le da un acabado más original y elegante.

Se puede encontrar en diversos tonos, texturas y acabados que puedes combinar con el resto de los azulejos del baño si no quieres hacer una reforma integral. Otra de sus ventajas es que da la posibilidad de instalarlo incluso sobre un alicatado antiguo. Si bien no es lo más recomendable y conviene quitar los azulejos antiguos para dejar la pared limpia, con una buena rugosidad, es posible colocar gresite sobre otro material.

Este material se utiliza mucho en las reformas de bañeras y en el alicatado de cuartos de baño, porque su limpieza y mantenimiento es muy sencilla. Os vamos a dar algunos trucos para mantener el gresite como nuevo:

• Si están pulidos, solo hay que limpiarlos con agua y un detergente neutro, enjuagar bien y secar.
• En caso de que tengan más suciedad por el uso continuado es conveniente agregar al agua del baño un chorrito de lejía.
• Para las manchas en general, se puede utilizar una mezcla de 4 litros de agua caliente con 1/2 taza de amoniaco, 1/2 taza de vinagre y 1/4 taza de bicarbonato de sodio.

Ahora es más fácil decidirse a cambiar la bañera por plato de ducha con opciones como el alicatado en gresite, que le dará a tu baño un aspecto renovado y elegante.

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