Cómo elegir el mejor material para tu plato de ducha

Sin duda, una de las reformas más populares es el cambio de la bañera por un plato de ducha. Y, aunque pueda parecer que todo acaba ahí, lo cierto es que es muy importante tener en cuenta numerosas consideraciones, como es el caso del tamaño, la forma y/o el material, sobre el cual vamos a incidir en nuestro nuevo post. ¡Descubre todo lo necesario en ConDucha!

¿Qué debe cumplir cualquier plato de ducha?

Pendiente adecuada. Además de adecuarse a las necesidades de cualquier baño, el plato de ducha debe cumplir con esta característica desde todos los puntos de su perímetro para verter en el desagüe. El mínimo recomendado es de 7 mm por cada 30 cm de longitud.

Superficie antideslizante. Otro punto imprescindible, ya que la superficie de esta instalación debe contar con algún tipo de textura que impida escurrirse pero que, al mismo tiempo, permita una limpieza sencilla.

Reborde de azulejo. Esta característica sirve para asegurar un perfecto sellado entre la pared y el plato de ducha.

Materiales populares para el plato de ducha

Plato de ducha de cerámica. Elaborados a partir de una mezcla de arcilla, feldespato y arenas silíceas, estos diseños son muy económicos y resultan en un acabado brillante y atractivo. Además, no se manchan y resisten bastante bien la acción de los productos químicos agresivos.

De material acrílico. Ligera y poco porosa, esta alternativa está hecha de un plástico muy duradero, el cual resulta de lo más sencillo limpiar. Además, se fabrica en una amplia variedad de medidas y colores. Los modelos más tradicionales cuentan con un grosor de entre 7 y 10 cm. Al contrario que el anterior, los limpiadores agresivos pueden dañar el acabado.

Platos de ducha de resina o carga mineral. Fabricados a partir de una mezcla entre resinas y minerales prensados, se elaboran en medidas estándar, aunque también pueden adaptarse a la ducha. Es un material mucho más resistente que la fibra de vidrio y el acrílico, y permite hacer platos de ducha extraplanos y de grandes dimensiones.

Por otro lado, es un material impermeable, por lo que no es necesario poner tela asfáltica como en las duchas de obra. Su higienización es sencilla, con una esponja húmeda y jabón. Por último, pero no menos importante, varían en color y texturas (pizarra, piedra, madera…).

Ahora que conoces todo lo necesario para acertar con tu plato de ducha según el material, es momento de tomar una decisión. Si te estás replanteando una reforma en tu baño, no dudes en contactar con nosotros. ¡Nos amoldaremos a tus necesidades y llevaremos a cabo la obra en tiempo récord!

Estanterías y libros en el bañoPlato de ducha o ducha de obra